Cuestion Odontologica

Cuestión Odontológica es una visión actual de los avatares de la vida de un entrañable personaje arrollado por las nuevas tecnologías.

CUESTIÓN ODONTOLÓGICA

Apenas ha terminado de asearse después de completar el que esperaba fuese su último trabajo y ¡zás! Ya hay un nuevo encargo.

La verdad es que ya está hasta los huevos, hasta los mismísimos cojones (perdón por decir cojones, ¡coño y van dos!). Y no es que ahora haya un volumen mayor de trabajos, que vá, si acaso al contrario. Hoy en día, en este mundo frenético, las personas no tienen tiempo para tradiciones y zarandajas, además está lo de la crisis y también internet que con su libre acceso a la verdad ha desterrado la magia y la ilusión. Admitamos por otro lado que hay más clientes potenciales a causa del aumento de población y puede que al final se compense lo uno con lo otro… Pero no, el problema no es el volumen de trabajo.

¡El problema es la incertidumbre del horario laboral!. Antes, recuerda, siempre iniciaba la jornada laboral con una lista de encargos cerrada el día anterior. Cinco mil o diez mil trabajillos, eso no importaba, había días complicados y días tranquilos pero siempre se sabía de antemano a que hora se regresaba a casa y eso le permitía hacer planes. Cenar fuera, un paseo con la parienta por el campo, un rato con los peques, que sé yo, lo normal ¿no? Pues eso se acabó. Atención en tiempo real lo llaman. Ahora nunca sabe a que hora volverá a casa.  A veces termina pronto y cuando regresa está solo y no sabe que hacer. Su pareja ha salido por que no se va a pasar el día esperándolo a él, naturalmente. Otras veces vuelve tardísimo, esto le sucede sobre todo si ya había hecho algún plan previo, y al llegar se encuentra un muro de agudos chillidos y malos gestos.

Sabe que de poco le serviría protestar, si lo hace le pueden sustituir en un pis-pás y a su edad le aterra la posibilidad de volver a buscarse la vida en cloacas y vertederos. Además la Sra. De Pérez y él mismo se han acostumbrado a un estatus social y a un nivel de vida al que ya no serían capaces de renunciar. Comparándose con muchos otros aún es un privilegiado y sus jefes lo saben. Es por ello que se siente atrapado y, aunque comprende que la empresa busque el máximo rendimiento, esta última movida del wasap ha sido una putada con letras gordas.

Jura. Suspira. Murmura oscuros conjuros. Deja de nuevo en la taquilla el generoso y aromático pedazo de Camembert, con el que esperaba agasajar a su pareja y hacerla olvidar las cada vez más habituales jaquecas nocturnas, y recoge en su lugar la monedita de marras. Envía por bluethood a su transportador cuántico las coordenadas del destino, pulsa el botón ‘GO’ y antes de su completa desmaterialización esta casi seguro de haber escuchado de nuevo el desagradable ‘ping‘ de otro trabajo en su diminuto teléfono móvil de empresa.

Bienvenido nanolector !!! ¿que te cuentas hoy?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.